martes, 27 de noviembre de 2012

Si yo fuese Dios

Si yo fuese Dios no erradicaría la guerra, ni el hambre, ni revertiría el Calentamiento global. Si yo fuese Dios no enviaría plagas, ni enfermedades, ni castigaría la desigualdad social. Si yo fuese Dios no concedería milagros, ni curaría enfermos, ni resucitaría muertos. Si yo fuese Dios no repoblaría los bosques, ni apagaría los incendios, ni llenaría de hortalizas los huertos. Si yo fuese Dios no liberaría al esclavo, ni al político, ni al soldado. Si yo fuese Dios tendría que poseer la fuerza de voluntad más férrea para no confundir el amor con la dependencia. Si yo fuese Dios me entendería como Madre, como dulce maestra. Si yo fuese Dios y trajese la paz y prohibiera la guerra; si yo fuese Dios y trajese la abundancia, y sanara siempre a la maltrecha naturaleza, y nos curase el alma y nos colmara la mesa; si yo fuese Dios y nos hiciese inmortales e invulnerables, libres e iguales; entonces, si yo fuese Dios, no habría un solo hombre sobre la tierra que conociese la responsabilidad, el amor, la empatía o la conciencia, no habría un solo ser que viviera. Pues como el padre que para evitar la caída del hijo le coge siempre en brazos cuando ha de saltar un bordillo, crearía personas incapaces, esclavas de sus limitaciones, esperando a ser continuamente salvados. Crearía autómatas, crearía tontos, crearía tan solo existencia.Si yo fuese Dios, como buen sabio, poblaría la Tierra de posibilidades y otorgaría el don de aprender de las necedades. Si yo fuese Dios y nos quisiera libres, tal y como somos nos repetiría. Si yo fuese Dios, y si Dios existiera, nada cambiaría.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Ambivalente.

Me arde el pecho, cientos de años y de llantos me atenazan al corazón anclándome a las profundidades más oscuras. Sufro a la madre africana y a su hijo que se muere, siento su impotencia, su miedo, su resignación y su rabia melancólica. Esta noche me ha tocado conectarme a la toma de corriente en negativo. Mi cuerpo no es lo suficientemente fuerte como para soportarlo. Las lágrimas desbordan unos ojos que por más que se cierran no consiguen volverse ciegos. En mi defensa diré que igual que sufro el mundo, lo río. Hoy la boca es un aullido pintado de azul cián. Siento como me arrebatan en los brazos, con sus hachazos, todos los árboles de la selva amazónica. Caigo de rodillas, la toma de tierra se agazapa aferrándose a ella, queriendo descargarse. Sus versos desgarrados me arrancan chillidos ahogados, quebrados como sus vidas. Me agazapo en una cama de alguna calle de Bratislava mirando en silencio al techo mientras una polla demasiado conocida se lleva con cada embestida la inocencia de mis 9 años. Trato de abandonarme al dolor, fluir con él. Me repito un mantra constante: pasará. Pero sé que siempre vuelve, porque sus historias no mueren con ellos, renacen continuamente en lugares y rostros aún por descubrir. Ella, sabia y hermosa, con su mirada cargada de vida y de muerte, trata de abrazarme, me ruega con ternura que deje de pelear, tiene que vaciarse a través de mí, recobrar la armonía. La abrazo, agradezco que me escoja, que me considere digna pero solo tengo carne y hueso, que no parece bastar. Melodías ancestrales y profundas, lobos de Lunas boreales, zumbidos terráqueos que se agitan y retuercen en el aire. Ambivalente.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Nunca más: declaración de intenciones.

No vas a volver a hacerme esto. No voy a dejar que me conviertas otra vez en una máscara. No consentiré que me transformes en caballero de armadura oxidada. Ya me has quitado suficientes cosas. No voy a permitir que me quites mi propio ser. No volverás a conseguir que mi luz brille menos, no volverás a hacerme creer que no puedo equivocarme, que mi rostro solo puede conducirme a la soledad. No vas a inyectarme de nuevo la inseguridad y la falta de confianza. No me resguardaré en el alcohol, la mentira, la droga o el sexo para fingir que no merezco amor. No te daré ni una sola oportunidad más de obligarme a apuntar nuevas cruces en mi lista de razones para odiarme. Yo no soy esa. Yo jamás he sido esa. He dado pasos en el abismo, me he caído y levantado, he herido y me han hecho daño pero eso no me hace indigna de la vida, me hace humana. Ya no me creo tus falsos discursos sobre el miedo, los han vencido con besos. Ya no me creo tus artimañas para mantenerme encerrada en el círculo vicioso de la autodestrucción y el odio. Llevas muchos años cobrándote con intereses mi vida, pero si algo no pienso tolerar es que también me exijas la nuestra. Se acabó el juego, tristeza, no voy a dejar que esto crezca dentro de mí. Y esta vez, no estoy sola. Nunca más, como dijo el cuervo, nunca más...

martes, 3 de julio de 2012

Campanas de funeral.

Horas más tarde de que el Sol haya amanecido, camina cansada como el espectro de la noche anterior. Lleva el vestido desgarrado y las alas rasgadas. Campanilla taciturna regresa a casa, hastiada de tantos polvos sin ninguna magia. Se desliza con la cabeza agachada reaprendiendo el suelo con cada pisada. Metamorfósis de la falena. El calor de la luna llena recubre su piel de frío sabor hipotermia. Su máscara resquebrajada se vuelve distante y lejana de todos los fluidos que dejó entre las sábanas. Las luciérnagas emprenden el vuelo y su sombra le devuelve la mirada. No hay billete que la lleve de vuelta a casa, cuántos más obtiene la partida se hace más cara. Se detiene ante las luces de las farolas ya apagadas, suspira hondamente Campanilla, se detiene ante sus recuerdos embelesada. El Sol la persigue camino a la cama: besos de humo, caricias estudiadas, desnudarse tan solo ante la almohada. Descubre una mariposa revoloteando encantada, el esqueleto cobra vida y vuelve a brillar tras la mirada. Se detiene el tiempo y sobre su arena cae una lágrima: susurros de intimidad desde su hueco en la pared diseccionada. Esta noche volverá a ponerse el Sol y la arrastrará hacia mañana. Y con el vuelo de la mariposa se escapa de sus labios su esperanza: quizás por aquella chispa, quizás por aquellas balas, quizás por aquella historia del hada que nunca lloraba. Female.

sábado, 9 de junio de 2012

Lost and delirious.

Ven a mi casa. Bésame, abrázame. Rompe las paredes, el techo, mi cuerpo.Las agujas del reloj danzan hacia atrás en nuestro ombligo. Te estoy esperando, me desespero y mi esperanza ya perdió el sueño. Invítame a bailar, aquí sobre las mantas, en nuestras mentes. No voy a amarte, porque ya te quiero. No voy a odiarte, porque no sé hacerlo. Ahora ruego que me acunes, que inventes para mí una mascarada veneciana donde pueda sentirme tu niña mala. Cuando me riñas romperé tus cartas, te acusaré y te juzgaré desde las lágrimas de mi almohada. Día tras día, diseñando juegos para ponerme trampas. La insoportable levedad de que seas mientras yo no soy. Ráptame de mi cárcel pero méteme en tu sanatorio mental para que pueda llorar por la libertad perdida. Yo sé que a veces quiero ser feliz, y sé que otras no me doy por vencida. Hoy coge tu espada y pónme una corona de flores en el pelo, banquete a medianoche en nuestro cuarto secreto. Ophelia musita dulcemente que se cortará las venas con las cuerdas de su lira. Pero Joan contrataca con un solo de guitarra y tanto vodka como tequila. Hoy te haré la comida y jugaré contigo a los besos prohibidos. Mañana te consolaré en mi pecho y morderé todas tus heridas. Nunca podré ser lineal ni tuya, pero quizás pueda ser y a tu lado. Ahora, ven a mi casa. Bésame, abrázame, desnúdame, fóllame. Rompe las paredes, el techo, mi cuerpo, la cárcel, el miedo. Estoy tumbada a los pies de tu cama, cierra la puerta y abre las ventanas.Es sábado por la noche y no tengo valor para salir de mi capullo a beber el nectar de cualquier flor. Cuida de mí lo que mañana destruiré yo. Haz explotar la realidad en pedazos, quiero un cuento distinto, que nadie escriba esta noche ninguna despedida. Búscame tú que hoy me doy por perdida. Female.

lunes, 28 de mayo de 2012

R-expirar.

Inspirar: los violines armonizan la escena, un crescendo explota en mi caja torácica. Espirar: la guitarra rasguea dulces lágrimas que caen en cascada bajo mis párpados. Respirar. Romper el marco de la foto espacio-temporal que nos tiene secuestrados en el miedo. Vislumbro una pequeña puertecita creciendo en mi pecho, color granate oscuro con un cerrojo antiguo. Imagino que una ninfa infantil, vestida de blanco y sentida de negro, avanza danzando entre la selva de recuerdos, huyendo de los tigres y las serpientes que hacen de su ropa jirones. La llave está rota, brillando en su cuello como una gota de rocío. Consigue ver cada vez con mayor nitidez esa pequeña puertecita que duerme en mi pecho pero aún es incapaz de advertir que sólo ella podrá abrirla. El camino se hace bajo sus pies descalzos, sin dirección alguna, adelante y atrás. Sabe que está perdida pero olvida observar los indicadores a ambos lados del sendero. Asfixia. Yo soy esa niña que busque la puerta dentro de su propia mente. Quizás sepa que tengo la llave, quizás sepa que estoy obviando las señales del mapa. Todas las ilusiones son luciérnagas de cristal que estallan con los chillidos de las quimeras. Ser la parte y el todo. El laberinto y el preso. La cerradura y la llave. Aquella que busca y la que esconde. Víctima y verdugo. Nadando dulcemente entre los límites de la percepción el océano se vuelve bravío. La niña flota a la deriva y mis olas le roban el aire, robándole su oxígeno. Inspirar: armonías que sacuden cada célula de mi organismo. Espirar: llantos lejanos que escucho y enjuago mientras la niña se ahoga. ¿Cómo fiarse de aquél que quiere hacer de la vida ajena un sendero de rosas si sólo sabe caminar por las espinas que coloca? La niña que ama a los árboles y las estaciones destrozando cada uno de sus rincones. Hipoxia cerebral. Sigue luchando por el mundo pequeña, que yo voy a complicarte la existencia. Female.

miércoles, 9 de mayo de 2012

TLP.

¿Alguna vez has deseado ser un hada imaginaria? ¿Te has creído la heroína invencible de un cómic o la protagonista de una película francesa? A mí me sucede continuamente, aún soy capaz de percibir la realidad, sus obligaciones y su problemática cosiguiendo ser incluso resolutiva. Ya se sabe, campanilla no es productiva. Sin embargo, mi mente me lleva continuamente por paraísos inimaginables que nadie más puede ver ni sentir. Creo que estoy loca. O quizás sólo sea una niña constantemente jugando. ¿Puede ser un don que nos hace vivir más cerca de las cosas? ¿o es una maldición que te va aislando cada vez más? Tengo miedo, estoy muy asustada. Continuamente me siento sola. Al entrar en una habitación inconscientemente identifico objetos con los que podría quitarme la vida y sólo me detiene el dolor ajeno. Yo pinto tu habitación de confeti y post-its poéticos pero pinto tu cama de maquillaje corrido, sangre y lágrimas. No me abandones pero déjame sola para que pueda torturarme. Quiero entender qué diablos sucede en mi cabeza ¿Quién proyecta esta extraña película en la que me siento presa? Esta mañana, al despertar, me sentía una frágil chispa de luz en medio de la tormenta que comenzaba a apagarse. Nadie se hizo partícipe de mi lucha. No podían. Era una ninfa secuestrada por Zeus, una puta en un burdel rumano, una borracha de minibar. Las sinfonías de los árboles te cuentan historias aulladas por el viento y sólo tú las oyes. El mar te arrastra magnético y tú eres su sirena. El sol besa tu piel y tú besas la vida. ¿Qué laberintos hay en mi mente? Yo no soy Marilyn Monroe, Kurt Cobain o Angelina Jolie. Se apaga la velita, se apaga y nadie la ve, nadie se quema salvo las horas.Las horas que vienen y van como las olas, y los adioses. Female.

lunes, 16 de abril de 2012

Matricidio.

Caminos que se abren y se fragmentan bellos como serpientes lamiendo la acera. El paisaje es cada vez más hermoso, las copas de los árboles se convierten en un tapiz verdoso que recorro descalza con los dedos de los pies. Los guardarraíles se deslizan como horizontes artificiales infinitos sólo para mí. Camino hacia el futuro sobre los neumáticos de un autobús. Estoy asustada y no puedo compadecerme. Tomo a la niña entre mis brazos y la desvisto exponíendola al frío de la noche, me río de sus curvas y sus cicatrices, del vello de su piel. Ridiculizo sus pechos, su boca. Invoco una y otra vez palabras de desprecio, críticas que van cubriendo su piel desnuda de moratones. Le miro a él y le doy la razón: "No sirve para otra cosa". Cada tropiezo de la niña me hace reír con sorna, la disfrazo de puta y la drogo. Cada fallo suyo recibe mi desprecio con severas bofetadas y mañanas de resaca. Niña no llores, no mereces compasión ni lástima. Tienes que hacerlo bien. Tienes que ser fuerte, la perfección no es una mentira y el pasado es sólo un tiempo verbal. Mamá dejó a la niña abandonada en la puerta del colegio y ahora cobra por cada beso. Creo que esa es la razón de que no me guste masturbarme.

+¿Cómo se siente uno en el escalón paralelo al mundo? -Solo.


Female.

lunes, 5 de marzo de 2012

La princesa de la boca de fresa.

Cuando era niña, me leían un poema que versaba sobre una hermosa princesa en su palacio de oro y marfil de cuya boca de fresa se escapaban continuos suspiros que anunciaban que no era feliz. Yo también voy a hablaros de una princesa, una princesa antimonárquica y sin reino; que aunque, aparentemente, no tenía motivos para no sonreír también suspiraba desde sus labios, a veces dulces y otras, amargos. Ambas princesas deseaban escapar de sus cárceles y convertirse en pájaros, mariposas de medianoche, para vagar en libertad por el cielo y encontrar aquél lugar al que sus almas querían fugarse en cada suspiro. El antiguo poeta hablaba de hadas madrinas y caballeros aguerridos que vienen a encender su boca con besos de amor. La princesa que yo conozco no tiene los ojos de zafiro, ni la piel de mármol ni el cabello de oro, pero tampoco busca un Príncipe Azul. Es una princesa guerrillera de ninguna parte, que ha perdido la risa, ha perdido el color, buscando su reflejo en la muchacha de la mirada verde. Princesa desheredada que no teme a la muerte, que no quiere tules ni gasas, ni diamantes ni aves foráneas. Princesa de boca que grita y muerde, reina de los abandonados, bandida sin suerte, recluida en su palacio soñando con un barco que la lleve al infinito abrazo de su muchacha de mirada verde. Y la llaman princesa y le pintan la boca de fresa, la corona le pesa y su brillo palidece. Vuela surcando los cielos en su buque de sueños, imaginando trincheras dónde el reino no tiene fronteras si no son flores y dónde sólo son los corazones los que entienden de amores.
La princesa está triste, ¿qué tendrá la princesa? Ven corriendo a salvarla que se le marchitan las alas y la ausencia le pesa. Por cada suspiro, un beso y una promesa.


La princesa está triste, ¿qué tendrá la princesa?



Female.

jueves, 23 de febrero de 2012

Phantasmas, ninfas y falenas.

Escríbele una oda a la noche,
cántale, préndela con lirios,
vístela de ninfa y novia,
sacrifícala como una virgen.

Falenas de medianoche
(durmiendo en mi cabeza)

¿A dónde va el alma
de los que ya no tienen?

Y tú, con ojos tristes,
respondiste: dónde se fugó mi mirada.


Y la noche se hizo eterna
sola, sobre tu almohada.



Female.

sábado, 28 de enero de 2012

Cuentos para Álex y Max.

Pintores sin sangre.



Cuando era más joven, en mis años de Universidad, mi vida quiso que me encontrase con una mujer de la que ahora, en mi vejez, aún no he podido olvidarme. Me intrigaba su mirada, nadie sabía realmente mucho de ella. No recuerdo que fuese especialmente callada pero tenía algo en su expresión que la hacía enigmática. Tenía episodios extraños en los que le gustaba encaramarse a cualquier sitio donde hiciese frío y volase el aire, como una diosa pagana en su trono, y desde ahí obsevar con fascinación la vida que se desarrollaba bajo sus pies. Comencé a observarla un domingo por la mañana, tenía constancia de su existencia, quizás nos hubiéramos cruzado un par de veces o puede que coincidiéramos alguna noche por ahí. Ese día ella estaba en el balcón de su casa, sentada sobre una silla rota de plástico, con un camisón y una manta. Reposaba los pies descalzos sobre las barandillas de metal blanco del balcón, parecían los pies fríos y morados de una muerta. El cuadro de por sí ya era bastante intrigante, sin embargo, la razón de que tenga ese instante grabado en mi memoria fue la actitud de su rostro, que ha ido como tallando en cuero toda esta historia. Había instantes en que su mirada se quedaba clavada en los grandes edificios de ladrillo, examinando con sumo detalle cada uno de ellos, con un interés vivaz que sacaba chispas de sus ojos; poco a poco, se iba apagando hasta casi parecer una estatua de mármol ausente; en ese preciso instante, cambiaba de objeto y sus ojos volvían a abrirse como una potente fuente de luz. Casi parecía un intercambio de flujos vitales, ella se iba apagando a medida que ponía su hálito vital en los ladrillos y estos ponían el suyo en ella. Creo que recorrió concienzudamente cada rincón de las infraestructuras que podían verse desde allí. Luego alzó la vista al cielo y sus pestañas parecieron echar a volar como gaviotas, su rostro sonrió entero, como si una flor acabase de eclosionar. Yo sabía que en aquel momento toda ella volaba y sentía el frío del viento bajo la falda. Pronto pasó a centrarse en cada transeúnte que pasaba bajo su balcón, con una mezcla de infinita curiosidad y ternura, devoraba sus mentes e ideas y los acunaba con dulzura maternal. Casi parecía que con picardía diseñase trampas para captar su atención, hacer florecer las ramas de los árboles de invierno, destender la colada del balcón de enfrente y doblarla con perfección... tenía un semblante mágico. Tal y como estaba, se giró hacia el interior de la casa y volvió a humanizarse sin mayor espectáculo de por medio. Desapareció entre los cristales y no volví a saber más de ella...Hasta dos meses después.

La siguiente vez ocurrió en una noche universitaria. Ella estaba bailando en un bar y se reía con gracia. Yo la observaba con curiosidad desde la barra. Súbitamente su semblante cambió, cogió su bebida y salió del bar. Recogí mis cosas y la seguí afuera. La encontré sentada en silencio sobre un banco, con la cerveza en la mano. Me senté a su lado y esperé. Supongo que debido a mi alto contenido de alcohol en sangre, reuní el suficiente valor para hablarle. No recuerdo muy bien qué clase de banal conversación de jueves noche mantuvimos pero lo que sí puedo describiros casi textualmente fue el cuento que ella me contó camino a casa.

" No sé cuanto tiempo hace de estos hechos, probablemente ni siquiera sean reales así que ya va siendo hora de darlos a luz. Hubo un tiempo en el que la palabra "prohibido" sustituía a la palabra "libertad". No fue un cambio brusco y violento sino que las autoridades paulatinamente fueron promulgando leyes que terminaron por establecer una dictadura sólo encubierta por las palabras. Primero comenzaron levemente, exigiendo recortes sociales ... Espera, no sé si esta es la mejor manera de contarlo. Busquemos un escenario diferente. Esto que voy a contarte sucedió hace 75 años en un planeta que tiene por nombre... Mañana. En Mañana vivían cómodamente y sin excesivas preocupaciones. Los habitantes de Mañana, predecesores de los seres humanos, compartían con ellos muchos defectos y muchas virtudes, así que sus sociedades no eran especialmente distintas. Sí que lo era su hábitat. En Mañana, existía un enorme océano de pensamiento que conectaba todas las partes del mundo. A través de él, las madres mandaban besos a los hijos emancipados y los empresarios firmaban contratos con otras puntas del globo. También se almacenaba allí cultura de todo tipo a la que cualquier persona podía acceder sin ningún problema. Teniendo en cuenta lo afines que eran estas personas a los seres humanos no te será difícil de entender el siguiente punto de nuestra historia, la codicia de algunos de ellos encontró inadmisible y peligroso que aquél océano los igualase a todos permitiendo que la sabiduría estuviese gratuitamente en mano de cualquier ciudadano. Así que amparados en ridículas leyes empezaron a comerciar con el contenido del océano. La gente, que tan necesitada estaba de él, cedió y comenzó a dejarse cobrar por hacer uso de este. Enorgullecidos de su éxito y no contentos con este beneficio económico, decidieron examinar y restringir el contenido que podía albergarse en Data (pues también bautizaron el océano) limitándolo a informaciones dóciles y uso comercial. Aún no entiendo muy bien por qué pero pese al descontento de la gente, nadie se levantó contra ello. Aquí, los altos mandatarios vieron la vulnerabilidad y resignación del pueblo de Mañana y, poco a poco, fueron limitando más y más la vida de la gente. Unos pocos lucharon duramente contra ello pero tan pocos eran que no fue suficiente. El resto de la población no hizo nada hasta que fue demasiado tarde. Súbitamente Data prácticamente se había secado y fuertes vayas impedían el acceso. Esta política de contención se aplicó a todo en la vida de los habitantes de Mañana: la educación se administraba por vía oral en dosis de 25 mg al día, el arte pasó a ser considerada una actividad supérflua y carente de interés público y, bajo estos argumentos, fue prohibida... Poco a poco la gente se vio inmersa en una extraña dictadura psicológica que mantenía la apariencia externa de una democracia. No sabían muy bien contra qué atacar así que dejaron de intentarlo y se supeditaron a ella. Salvo un muchacho, este chico siempre cabeza y cabecilla de todos los levantamientos contrarios, atizándose una y otra vez contra el muro que los políticos construyeron en las cabezas de la gente. Pero el colmo de los colmos, llegó cuando desde las altas esferas prohibieron los colores, ahora el único color legal sería el gris, símbolo del gobierno. Aquello fue más de lo que el muchacho pudo soportar, mucho más, agotado de luchar en vano, trató de encontrar alguna manera de devolver el color al mundo. El día que prohibieron los colores, recordó que su sangre aún seguía siendo roja. Esperó al día del Estado y se situó en el centro de la plaza del pueblo, abrió en canal las venas de su antebrazo derecho y pintó desesperadamente las ropas grises de la gente. Les tomaba por las manos y les instaba a sentir que dentro de sus propios cuerpos aún latía con fuerza el color, aún no estaban perdidos. El muchacho fue arrestado y murió desangrado en las manos de la Guardia, frente a aquella muchedumbre teñida de rojo. Algunos trataron de copiar su ejemplo, otros, confusos y asustados, huyeron a casa. Los días venideros todos hablaban de aquel muchacho. Los más valientes trataban de repetir su hazaña y hacer recordar al resto que aún tenían esperanza. Las cosas no cambiaron violenta y rápidamente tampoco aquí, pero incluso los más temerosos se pincharon en la soledad de sus camas y guardaron en el lado cálido de su almohada el pequeño recuerdo de su color. Llegaron los colores, recordaron las fragancias, las palabras... Lentamente incluso volvieron a pensar en Data. Seguían llevando el color en su sangre, su naturaleza aún era grande. No puedo decir que aquél pequeño resorte fuese la causa de un muy tardío cambio que ni si quiera sé si llego a producirse, pero me gustaría pensar que sí.
Ahora, déjame que te explique algo: Cuando mañana sea hoy, ¿serás tú capaz de ser ese muchacho?"



Acto seguido se despidió de mí y, desde entonces, no ha pasado una noche que no me pregunte si seré capaz de pintar de nuevo las rosas rojas con mi propia sangre. Y vosotros, ¿seríais como el muchacho o como el resto de pintores sin sangre?


Female.

martes, 17 de enero de 2012

Cosas que acaban sin arte.

¿Qué le pasó al silencio que guardaba tus manos?
Ya no es luz, ni viento que mece tu falda
ni retuerce tus ropas a la luz del alba
evocando la forma de tus tobillos hermanos.

¿Qué fue de la aurora que perlaba tus labios?
Se agotó en la cima de tu cuello de plata
y cayó en el torrente de tu oscura catarata
tornando cadáver tan maltrecho de agravios.

Tú ya no me miras con danzas andinas
al calor del fuego de mi cintura
Ya no invocas desesperada tu cordura
retorcida al compás de mis bailarinas.

No hay noches estrelladas en la cama
que condensen en senderos de bruma
pasadizos desde mi almohada a la luna
y posen a tu pájaro azul en mi rama.

Escapaste del futuro cielo aún sin nubes
a pintarte la alegría en la mentira
que todo es mejor si no se estira
y que yo bajo mientras tú todavía subes.

Me despediste con tu adiós por no ser tuya
mas la distancia es cárcel fría
y pudiste ver con el albor del día
que no es más valiente la que más lejos huya.




Female.

martes, 10 de enero de 2012

Pachamama.

Soy la fuerza ancestral que regula la armonía entre todos los seres que pueblan la Tierra. Sí, me llamáis naturaleza. Desde el inicio de los tiempos soy la suprema encargada de mantener el frágil equilibrio que permite la sostenibilidad de nuestro planeta. He cometido muchos errores, sin duda alguna, porque al igual que vosotros, no soy perfecta mas es innegable que haciendo balance he desempeñado mi trabajo con gran maestría. Por desgracia, hay unas extrañas criaturas que egoístas y soberbias se han creído capaces de asumir ellas solas el control del desarrollo del ecosistema, trastocando inevitablemente toda mi labor. Jóvenes e inexpertos han tratado de adecuar el entorno a sus caprichos considerando que lo mejoraban y eludiendo la verdad de que sus antojos eran la condena de otros. No hay más que ver el modo en el que ellos mismos se tratan unos a otros, ¡qué ridícula forma de organización en la que para que tres puedan tirar comida, treinta han de morir de hambre! Apelando a la lógica de la que tanto alardean, y ya sea sólo porque tengo mucha más experiencia, intentaré hacerles ver las absurdas situaciones a las nos están conduciendo. Esta misma mañana, no he podido disimular mi vergüenza al decirles a los pájaros que no podían utilizar el cielo porque los aviones estaban volando en él. Hace un par de días, tuve que desalojar cientos de bancos de peces y explicarles que necesitabais las aguas del río para, sencillamente, almacenar vuestros desperdicios; eso sí, a cambio les ofrecíais recipientes de cristal en los que apenas pueden moverse y dentro de los que servirán como entretenimiento a niños y mayores. Cual no fue mi sorpresa al observar como seguíais vertiendo residuos en sus afluentes mientras construíais máquinas para potabilizar el agua, que a su vez, generaban más contaminación. A los pobre animales ya no sé cómo explicarles que son criados como productos en serie para ser asesinados y engullidos, privándoles de una vida en libertad en la que al menos poder luchar como iguales por la supervivencia. Y, más estúpido aún, mientras que encerráis a los animales, rociáis las plantas que ingeriréis con productos químicos que cumplan la función antes encargada a la fauna del lugar. Lo cierto es que me cuesta tanto comprenderos y respetaros... Me maldecís incansables cuando el mar se revela y seguís enfermando vuestros cuerpos con el cáncer de vuestras antenas. ¿Cómo explicarle a la capa de Ozono que pese a agujerearla todos los días, la necesitáis y no queréis que desaparezca? ¿Cómo explicar a los glaciares que tienen que dejar de derretirse mientras seguís haciendo que la temperatura global crezca? Talasteis los bosques y tapizasteis con cemento los campos para edificar ciudades de ladrillo y piedra, mientras que buscáis constantemente escapar de ellas en pequeños pueblos rurales. Con tanta contradicción, ¿cómo pretendéis que no enferme y aturdida destroce lentamente lo que antes protegía con esmero? Cuánta más agua desperdiciáis, más os preocupa la desertización y la ausencia de alimento pero, en lugar de comenzar a atesorarla y administrarla, inventáis vegetales de laboratorio. Y aquí me tenéis, hecha un desastre absoluto, tratando de reponerme al más mínimo respiro que me dais pero incapaz de conseguirlo. Este es mi pequeño llamamiento al género humano, más que una petición un intento de explicaros la situación en la que estáis y lo necesario del cambio si no deseáis que me vea obligada a abandonaros. Respetadme y podré ayudaros. Cuidadme y os cuidaré incansable. Como una madre que ama a sus hijos y, en su propio bien, se ve obligada a reñirles. Recordad, por favor, volved a los orígenes y dejadme ayudaros...




Female.

Si supiera escribir... hablaría.

Podría escribir sobre una naturaleza desbancada y su sed de venganza o tal vez acerca de una niña incomprendida en el país de su cama. Quizás debería hablar sobre los sistemas educativos absurdos y los modelos socio-económicos ridículos; denunciar la injusticia y la hipocresía. Supongo que tampoco estaría mal dedicarle una sección a las relaciones humanas y todas sus catástrofes: los orgasmos fingidos y los matrimonios fiscales. No podría prescindir de cientos de cuentos cuya única función sea la de invitar a soñar y, sólo tal vez, pintar una sonrisa a su lector: historias del viento, la lluvia y el Sol. Incluiría también dentro de mi repertorio un apartado de quejas pueriles para quedarme a gusto, quizás un poco universalizadas (para no sentirlas sólo mías) Juntar más y más letras para hablarle al mundo del parado y la viuda, de las guerras y la muerte, las mentiras y los besos a oscuras. Seguir aunando más aún para dibujar los rincones de la mente y las esquinas del jardín del Edén que riman impares. Tutoriales sobre por qué llorar y cómo reir. Estaría bien algo así, pero yo no sé escribir.

Female.

domingo, 8 de enero de 2012

Londres en pleno ahora.

No más hechos ni deshechos. No más putas ni disputas. No más vueltas ni revueltas. No más, ni menos minutos para la escapada.

Hace frío en la calle, comienzos de Enero. No estoy en casa, no estoy contigo. Tú tenías la llave y ahora todas las personas tienen candado. No estoy sola, viajo. Todas las puertas están cerradas cuando en tu bolsillo solo pesan las excusas. La gente ausente no nota tu presencia y caminan automáticos hacia sus placebos. Vamos al rincón donde mi orgullo se termina, no existe la heroína que no venza en este historia. A veces pienso en aparecer sin avisar delante de tu casa, desnudarme poco a poco y averiguar si aún te tiemblan las piernas cuando la ropa se esconde. Sé lo que sucederá, me acogerás entre tus brazos temblando y lloraremos durante horas. Después terminaremos entre tus sábanas y nadie sabrá por qué gritamos. Cuando amanezca tú asumirás que he vuelto mientras yo recojo mi ropa y te robo un collar, tal vez algo de dinero. Te dejaré en la mesita derecha un número de teléfono que no descolgará nadie y te escribiré con pintalabios en el espejo del baño un "Adiós, bonita" que te helará las costillas. Regresaré a la calle, vagabundearé sola por aeropuertos y estaciones de tren, intentando encontrar la que lleva tu nombre. No puedo volver a ti, no puedo escapar de mí. El pasado es un presente sin futuro. Pónme un lazo en el cuello y seré te regalo de Navidad. Sí, lo has adivinado, extraño tu forma de llorar.

No más hechos ni deshechos. No más putas ni disputas. No más vueltas ni revueltas. No más, ni menos declaraciones de amor a distancia antes de Febrero.

Female.