domingo, 8 de enero de 2012

Londres en pleno ahora.

No más hechos ni deshechos. No más putas ni disputas. No más vueltas ni revueltas. No más, ni menos minutos para la escapada.

Hace frío en la calle, comienzos de Enero. No estoy en casa, no estoy contigo. Tú tenías la llave y ahora todas las personas tienen candado. No estoy sola, viajo. Todas las puertas están cerradas cuando en tu bolsillo solo pesan las excusas. La gente ausente no nota tu presencia y caminan automáticos hacia sus placebos. Vamos al rincón donde mi orgullo se termina, no existe la heroína que no venza en este historia. A veces pienso en aparecer sin avisar delante de tu casa, desnudarme poco a poco y averiguar si aún te tiemblan las piernas cuando la ropa se esconde. Sé lo que sucederá, me acogerás entre tus brazos temblando y lloraremos durante horas. Después terminaremos entre tus sábanas y nadie sabrá por qué gritamos. Cuando amanezca tú asumirás que he vuelto mientras yo recojo mi ropa y te robo un collar, tal vez algo de dinero. Te dejaré en la mesita derecha un número de teléfono que no descolgará nadie y te escribiré con pintalabios en el espejo del baño un "Adiós, bonita" que te helará las costillas. Regresaré a la calle, vagabundearé sola por aeropuertos y estaciones de tren, intentando encontrar la que lleva tu nombre. No puedo volver a ti, no puedo escapar de mí. El pasado es un presente sin futuro. Pónme un lazo en el cuello y seré te regalo de Navidad. Sí, lo has adivinado, extraño tu forma de llorar.

No más hechos ni deshechos. No más putas ni disputas. No más vueltas ni revueltas. No más, ni menos declaraciones de amor a distancia antes de Febrero.

Female.

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