martes, 27 de noviembre de 2012

Si yo fuese Dios

Si yo fuese Dios no erradicaría la guerra, ni el hambre, ni revertiría el Calentamiento global. Si yo fuese Dios no enviaría plagas, ni enfermedades, ni castigaría la desigualdad social. Si yo fuese Dios no concedería milagros, ni curaría enfermos, ni resucitaría muertos. Si yo fuese Dios no repoblaría los bosques, ni apagaría los incendios, ni llenaría de hortalizas los huertos. Si yo fuese Dios no liberaría al esclavo, ni al político, ni al soldado. Si yo fuese Dios tendría que poseer la fuerza de voluntad más férrea para no confundir el amor con la dependencia. Si yo fuese Dios me entendería como Madre, como dulce maestra. Si yo fuese Dios y trajese la paz y prohibiera la guerra; si yo fuese Dios y trajese la abundancia, y sanara siempre a la maltrecha naturaleza, y nos curase el alma y nos colmara la mesa; si yo fuese Dios y nos hiciese inmortales e invulnerables, libres e iguales; entonces, si yo fuese Dios, no habría un solo hombre sobre la tierra que conociese la responsabilidad, el amor, la empatía o la conciencia, no habría un solo ser que viviera. Pues como el padre que para evitar la caída del hijo le coge siempre en brazos cuando ha de saltar un bordillo, crearía personas incapaces, esclavas de sus limitaciones, esperando a ser continuamente salvados. Crearía autómatas, crearía tontos, crearía tan solo existencia.Si yo fuese Dios, como buen sabio, poblaría la Tierra de posibilidades y otorgaría el don de aprender de las necedades. Si yo fuese Dios y nos quisiera libres, tal y como somos nos repetiría. Si yo fuese Dios, y si Dios existiera, nada cambiaría.

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