lunes, 16 de abril de 2012

Matricidio.

Caminos que se abren y se fragmentan bellos como serpientes lamiendo la acera. El paisaje es cada vez más hermoso, las copas de los árboles se convierten en un tapiz verdoso que recorro descalza con los dedos de los pies. Los guardarraíles se deslizan como horizontes artificiales infinitos sólo para mí. Camino hacia el futuro sobre los neumáticos de un autobús. Estoy asustada y no puedo compadecerme. Tomo a la niña entre mis brazos y la desvisto exponíendola al frío de la noche, me río de sus curvas y sus cicatrices, del vello de su piel. Ridiculizo sus pechos, su boca. Invoco una y otra vez palabras de desprecio, críticas que van cubriendo su piel desnuda de moratones. Le miro a él y le doy la razón: "No sirve para otra cosa". Cada tropiezo de la niña me hace reír con sorna, la disfrazo de puta y la drogo. Cada fallo suyo recibe mi desprecio con severas bofetadas y mañanas de resaca. Niña no llores, no mereces compasión ni lástima. Tienes que hacerlo bien. Tienes que ser fuerte, la perfección no es una mentira y el pasado es sólo un tiempo verbal. Mamá dejó a la niña abandonada en la puerta del colegio y ahora cobra por cada beso. Creo que esa es la razón de que no me guste masturbarme.

+¿Cómo se siente uno en el escalón paralelo al mundo? -Solo.


Female.

No hay comentarios:

Publicar un comentario