martes, 11 de enero de 2011

Nec-romanticismo.

Esta noche, allá en mi cama,
ví yacer un alma en pena,
que del más puro bermellón
hubo redibujado sus venas.

Gracilmente cubierto el cuerpo
por un fino sudario de seda
y en el espacio entre sus labios
pétalos de rosas rojas y perlas negras.

Ha muerto y resucitado
veces como suspiros libera
el mismo silencio exacerbado
vacío ya de su presencia.

Reposa sobre el colchón
luciendo tan inerte como bella
ornamentada su palidez con cardenales
y dos lirios blancos en la oscura cabellera.

Brillando con refulgente luz
bañada de dolor de estrellas,
llena la estancia de negritud
liberada ya de toda su tristeza.

Velando su lecho siete gatos
maullándo un requiem de afonía,
la llora únicamente la soledad
se viste de negro luto su agonía.

Siento bajo mi calor su cuerpo frío
entra en ebullición mi entrepierna,
anhelo transformar su hielo en río
como nadie jamás deseó quererla.

Construyo mi lápida para ella,
no de mármol si no de besos,
escucho la ausencia de sus latidos,
memorizo el mapa de su cuerpo.

La causa de su defunción
la razón de mi pesar,
palabras dicta mi boca
que nunca ella podrá escuchar.

Ya llega al cúlmen mi virilidad
mi alma no responde a mi placer
eterno amante de una muerta
cuya mente ya no podré poseer.

Necrofilia pecaminosa y devota
una semilla que no podrá jamás florecer.




Female.

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