martes, 5 de enero de 2010

La Puta Onírica.

Una noche cualquiera
de excesos y tristezas,
laberintos endeudados
a base de champagne.

Como fruto de toda esta mierda
mis circunstancias tomaron forma
y apareció ella
entre las brumas de mi consciencia.

Tenía los ojos oscuros
y cobraba por horas
y aunque estaba desnuda y extraviada...
¡maldita sea!
no sabía que las musas fuesen tan caras.

Me miró con ternura y supe que era una puta
puede que fueras tú
¿Te conozco o ni siquiera me atrevo a soñar?

Sonreíste con picardia,
extendiste tu mano
y susurraste: vamos a jugar.

Te maldije tantas veces...
ya he perdido y aún no has empezado a atacar.

Al menos detén el tiempo
y déjame disfrutar
efímera caprichosa
con labios de cristal
que se rompen en un beso.

Un millón de esquirlas
clavándose hasta matar.

La sangre y la saliva
panacea curativa
de todo mi mal.

Y no eras más que una puta
a la que conocí en un sueño.

Pandora, Lillith, Lolita y Salomé
me dejé deslumbrar
por tus aires de mujer fatal,
no supe adivinar
que algún dios resentido y tentador
te enviaba en nombre de la perdición.

Y pese a todo esto,
no eras más que una puta
que perdí al despertar.

Tu maltrato y mis heridas,
fantasías prometidas
de toda mi oscuridad.

Entre la luz de tus piernas
se encendió la llama de la verdad
y como una revelación,
se descorrió el telón
y la obra nunca tuvo un final.

Y en cuanto a tí,
no eras más que una puta
que nunca volví a soñar.

¿Qué pensaría Freud de esto?
Si desde aquella noche de verano
no he hecho otra cosa
que tratar de volver a verte a toda costa.

Le he pedido cuentas a Morfeo
y es que, mi pequeña puta,
simplemente te echo de menos.

Está claro, estoy loco y esto duele,
me he enamorado de una puta
que vive en un sueño que no vuelve.

Quizás mi único remedio,
sea dormir para siempre.






PD: no es que no sepa puntuar, me tomo libertades creativas.




Female.

No hay comentarios:

Publicar un comentario