Una noche cualquiera
de excesos y tristezas,
laberintos endeudados
a base de champagne.
Como fruto de toda esta mierda
mis circunstancias tomaron forma
y apareció ella
entre las brumas de mi consciencia.
Tenía los ojos oscuros
y cobraba por horas
y aunque estaba desnuda y extraviada...
¡maldita sea!
no sabía que las musas fuesen tan caras.
Me miró con ternura y supe que era una puta
puede que fueras tú
¿Te conozco o ni siquiera me atrevo a soñar?
Sonreíste con picardia,
extendiste tu mano
y susurraste: vamos a jugar.
Te maldije tantas veces...
ya he perdido y aún no has empezado a atacar.
Al menos detén el tiempo
y déjame disfrutar
efímera caprichosa
con labios de cristal
que se rompen en un beso.
Un millón de esquirlas
clavándose hasta matar.
La sangre y la saliva
panacea curativa
de todo mi mal.
Y no eras más que una puta
a la que conocí en un sueño.
Pandora, Lillith, Lolita y Salomé
me dejé deslumbrar
por tus aires de mujer fatal,
no supe adivinar
que algún dios resentido y tentador
te enviaba en nombre de la perdición.
Y pese a todo esto,
no eras más que una puta
que perdí al despertar.
Tu maltrato y mis heridas,
fantasías prometidas
de toda mi oscuridad.
Entre la luz de tus piernas
se encendió la llama de la verdad
y como una revelación,
se descorrió el telón
y la obra nunca tuvo un final.
Y en cuanto a tí,
no eras más que una puta
que nunca volví a soñar.
¿Qué pensaría Freud de esto?
Si desde aquella noche de verano
no he hecho otra cosa
que tratar de volver a verte a toda costa.
Le he pedido cuentas a Morfeo
y es que, mi pequeña puta,
simplemente te echo de menos.
Está claro, estoy loco y esto duele,
me he enamorado de una puta
que vive en un sueño que no vuelve.
Quizás mi único remedio,
sea dormir para siempre.
PD: no es que no sepa puntuar, me tomo libertades creativas.
Female.
martes, 5 de enero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario