viernes, 25 de noviembre de 2011

La segunda mentira.

Demasiado cortas las horas de risa, demasiado largos los velos que lleva Sofía. ¿Cuántos botones arrancó mi mano de tu camisa? ¿Cuántas mentiras se escurren de tu boca cada día? Poco queda de la inocencia de aquella niña a la que su madre vendió en la India. Menos aún de todas las promesas electorales tres años después del gran día. ¿Qué fue de la inteligencia de la sociedad? ¿Qué fue del miedo a la oscuridad? ¿Dónde habrán ido a parar la justicia y el Gato con botas? Supongo que con la madurez dejamos de creer en esa clase de cosas. Muchas las vueltas que ha dado la noria, más las matanzas a lo largo de la historia. ¿Qué necesitamos para despertar del letargo? ¿Un beso de amor, más disparos?
Tantas lágrimas recorriendo mejillas, tantas ratas en las alcantarillas.
No nos queda voz pero nos sobra aburrimiento. No hay pollo para el arroz ni tu abrazo para este momento ¿Qué ha sido de la paz y los cuentos? No hay un Adios sin un lo siento. No hay una canción que no se vuelva tormento. Me falta tiempo para tanto reloj. Perdí la llave de la razón, y de tu corazón. La fé se la quedó toda Dios. El verde se mezcló con el marrón y se hizo consuelo; y la luz de la habitación prendió en llamas tu cuerpo. Días clónicos: espejos rotos y bragas sucias, pintores locos y sus putas. Puntos suicidas que terminan con oraciones. Ha llegado el último día de mis vacaciones.
Hasta nunca, hasta siempre. Lo siente.



Female.

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