domingo, 13 de marzo de 2011

M-aullidos.

Aquella noche se dio cuenta de que no era una pantera. Era un gato. Una gata negra con los ojos castaños. Solía caminar lenta y sensualmente, aunque tropezase muy a menudo rompiendo su aura de elegancia lo achacaba a su salvaje instinto animal. Tenía una cola larga y sinuosa siempre en forma de misterioso signo de interrogación pero que ella sabía síntoma de sus contradicciones. Una critatura de la noche iluminada por la luz de las estrellas. Vagabundeando por calles frías, sucias y húmedas. No era una gata casera. Lo intentó un par de veces pero las paredes cálidas se convertían en una jaula y la llamada de lo inevitable susurraba melancólicos quejidos de violín obligándola a huir de nuevo. Condenada a la más dulce y triste de las soledades. Tenías las uñas como diamantes, aunque parecían limpias conservaban casi imperceptibles vestigios de luchas pasadas y heridas antiguas. No recordaba de quién era toda aquella sangre, posiblemente fuese suya. No poseía una penetrante mirada felina, tan solo dos ojos castaño oscuro. Eso la disgustaba profundamente. Iba en busca de caricias despistadas de transeuntes compasivos pero los niños no son buenos con los gatos callejeros. Invisibles. Supongo que saber cómo era nuestra minina no es verdaderamente importante, tan solo conservar el dato de que no era una pantera sino un gato, una gata. Esa noche, al caer de aquella cerca, comprendió que aquello no era el bosque. La gata estaba enamorada de un lobo al que conoció en un sueño. Ella asegura que fue real pero los lobos no viven en los callejones de las ciudades. Los lobos se sienten atraídos por criaturas majestuosas como las panteras no por extrañas gatitas oscuras. Supo que ya no podría volver a sentirse como una pantera. Solo quedaba la luna, distante, ausente y bella, el mismo satélite al que adoraban los lobos, allí para ella. Maulló su canción afónica y desesperada como cada noche. Súplicas que comenzaban como gemidos para acabar en llanto. No recibió ningún aullido en respuesta. Una gata cantándole a un lobo. Ridículamente hermoso. M-aullidos.

¿Jamás te has preguntado por quién llora el gato que se sienta en tu tejado?

http://www.youtube.com/watch?v=TPmuD3-36dM






Female.

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