lunes, 28 de febrero de 2011

Hoy, soy yo.

Pasos cansados fracturando la tierra árida. Grietas moribundas y meditabundas se arrastran resquebrajando la superficie, abriéndose paso como ávidas serpientes entre la tierra yerma. La desertificacion ha llegado a los bosques de mi mente. Nada puede florecer ya sobre esta vieja parcela agotada que pudre sin remedio las raíces que intentan inutilmente afincarse y crecer en ella. La lluvia se ha evaporado dejando tras de sí una injusta desolación. El agua se ha olvidado de diluviar sobre mi terreno, páramo dónde nada bello puede ya nacer. Lloro cientos de discretas lágrimas para paliar la sed de mi suelo, exprimo mi cuerpo gota a gota para cultivar nuestro jardín. Vierto incansable todos mis fluidos, me desangro. La imagen de un bucólico vergel frondoso repleto de abriles y cargado de porvenires. La primavera del desaliento, muertes que alumbran vida. Regar con mi ánima. Solo me quedan la voluntad, los sueños y la poesía: de la nada un todo, del uno para el dos.

Desnudé tu cuerpo con mis dos manos
pero aún llorabas y me las corté,
modelé con ellas mi frío abrazo
y. sin dudarlo, te lo entregué.

Escribí mil cuentos con mi boca
pero no bastaban y me la arranqué,
extraje mis besos de los labios
guardé estos versos y te los regalé.

Desperté tu mundo con mi mirada
pero no me veías y lo olvidé,
la luz cansada robé de mis ojos
y solícita a tí te la doné.

Poco a poco quedó la nada
y el eco triste se evaporó
llegó el vacío y lo arrasó todo
como nada era todo, se esfumó.

Vivían solo las fuerzas
creando de antimateria un corazón
mas en ausencia de mis latidos
hasta la férrea voluntad flaqueó.

Para coserme guardé dos hilos
mis pedazos el viento revolvió
crée con mis retales un parche
y mentí la verdad para tu dolor.

Lo que yo hube de darte
nadie a mí me lo dió
no hubo respuesta, lo perdí todo
y, si todo es nada, nada quedó.

Cállate.
Silencio.
Existo.
Siento.

Hoy, soy yo.




Female.

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