miércoles, 15 de septiembre de 2010

Los ojos verdes.

Esta historia se llama "Ojos verdes". No, no habla de los bonitos ojos verdes de una linda muchacha. Tampoco de la mirada misteriosa de un atractivo galán. En absoluto. Es un relato sobre un cuadro. Lienzo de unos 60x40 cm. Fondo negro y liso, óleo mate y uniforme. Sobre la primera capa a base de pintura negra están elegantemente situadas dos óvalos de un color verde esmeralda, pinceladas cortas y vibrantes, iridiscentes, que casi parecen animales retorciéndose sobre un lecho de negritud. Solo son dos óvalos con una bola más pequeña de intenso y simple negro circunscrita en el centro. Para mí, son ojos. Ojos que no tienen mirada. Un espejismo abiótico que transmite una potente ilusión vital. A veces pienso que no son los ojos, como tales, lo que emiten esa falsa quimera de ser capaces de observar, únicamente la superficie verde. El iris de los ojos ficticios del cuadro. Es una obra anónima e incompleta, sin título. Me gusta pensar en futuros posibles que el artista habría planeado darle al cuadro en su mente. Soy muy dada a inventar historias infinitas, a cual más enrevesada, sobre cualquier objeto, persona o situación que se cruza en mi camino. También suelo divagar sobre las razones que llevaron al artista a abandonar de lado su creación. Yo encontré el cuadro en el desván de la casa del pueblo de mi abuela paterna. Se cayó de un altillo mientras limpiaba. Nadie sabía nada acerca del cuadro o su procedencia. Nada en absoluto. A mí me gustó, me resultó atractivo y me lo llevé a casa. Ha desaparecido, tal y como llegó, oí un ruido y encontré en el suerlo la balda sobre la que estaba apoyado. El cuadro ya no estaba, se fue sin dejar rastro. Hoy me he levantado con la certeza de haber resuelto el misterio de la vida del verde de los ojos. Sé que ese cuadro ha sido pintado, de alguna manera que desconozco, con el líquido del tinte del iris de los ojos de cientos de gatos. El cuadro se ha ido, supongo que ya no podré comprobarlo y, en caso de acertar, probarlo ante los demás. Una historia curiosa la de este cuadro. Los ojos sin mirada, incompletos, creados por algún desconocido con pintura a base de iris felinos. Quizás esté buscando alguien que pueda acabarlo, pero yo no sé pintar y tengo alergia a los gatos.





Female

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