lunes, 9 de mayo de 2011

Historias de un cuaderno azul.

¿Alguna vez has volado por un instante de años luz en una corriente cálida de suspiros? Yo me he balanceado ante el abismo en precario equilibrio sobre el negro de tus ojos verdes color hierba mojada. Cabalgué sobre las alas de cientos de mariposas embriagadas en éxtasis puro ante los recovecos de tu selva estelar. Si me asomo a tus lagrimales, ¿veré el cielo o el océano? No sé si en mi viaje introspectivo hacia el interior de tus entrañas habré perdido mi cabeza y mi brújula en la curva de tus caderas- Deslizándome más por azar que por descaro en el relieve costero de tu cuerpo de arena. Arena porque te escapas y te desvaneces entre mis manos al tiempo que la roca se erosiona con el azote de mis labios. Y ya no sé si deliro o sueño cuando me despierto saludando a tu ausencia y caminando hacia atrás enredada en las reminiscencias de un ritmo que no me aprendo hasta que lo altero. Y juraría que jugando con júbilo juvenil a juntar nuestros jardines he olvidado si gemir se escribe con "ge" o con "jota". Y es que cada falta de ortografía que cometes es un deseo que practica el escondite en el laberinto de tus muslos donde todas las vocales de mis cinco dedos se vuelven locas tratando de llegar a tu corazón a través de tu pélvis. Dudo de los números porque no me cuadran en el semicírculo más que técnico artístico de tu labio inferior. Me olvidaré de recordarte que hubo un tiempo en que te gustaba mi boca y desconozco si para entonces convenceré a mis fantasmas de que vuelen en tu busca y susurren en tu oído cinco minutos después de dormirte que te miro. Suéñame y estaré contigo. Tengo un pecado inconfesable que grito a los cinco vientos si es preciso (primero y tercero repetidos), mirarte mientras duermes arrullada por cantos de sirenas de otros paraísos. Temo que cuando despiertes descubras que he desaparecido. Yo soy irreal, un espejismo rojo y negro flotando en un blanco cada vez más desteñido. En el fondo no es más que el deseo caprichoso de un producto de tu mente enamorado de tu aliento que se resiste reticente a dejar de ser real. Si dejas de inventarme, moriré. Ahora mismo tengo tantas ganas de besarte que he dejado de comer cerezas y he empezado a devorar las letras de tu nombre. Te veo pintada en color esmeralda y de tu tierra crece mi bosque, acto seguido arde en llamas y me acuerdo del incendio de tu lengua. Chocolate con caramelo con un cierto toque de pimienta. Nunca he sido buena cocinera pero la receta de tus caricias lleva de seguro una pizca de canela. Estamos solas pero nuestros cuerpos son de nata y mejor cuanto más cerca. Tengo el querer últimamente intentando romper obligaciones. Culpa del largo de tus dedos. Ella en un pronombre femenino en tercera persona del singular pero a mime gustas tú con tilde en la "ú". Sí, he flotado hacia ti para llenar de oscuridad la luz de los años y que se marchen conmigo en un beso fugado. Ahora soy yo la que tiene una pregunta para tí: Si te enseño mi cuaderno azul, ¿leerás mi autorretrato?


Female.

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